Picor, descamación, acaloramiento, irritación, rojeces…Si tu piel presenta alguno de estos síntomas, seguramente tengas la piel sensible.
Este tipo de pieles presentan una mayor irritación a productos cosméticos, su barrera de protección está alterada y tienen un nivel menor de tolerancia a factores tanto externos como internos. Cuidarlas de forma especial es vital para mantenerlas bonitas y confortables, evitando problemas más serios como la rosácea o la cuperosis.
¿Por qué se produce?
Sus causas son muy variadas: factores externos como el frío, el sol, el calor, el viento; la aplicación de una cosmética inadecuada, los cambios hormonales o el estrés entre otros…
¿Qué puedes hacer si tienes la piel sensible?
- Realizarte un diagnóstico profesional para conocer exactamente qué tipo de piel sensible presentas y sus necesidades.
- Utilizar cosmética especializada y prescrita para el tratamiento de la piel sensible. Te aconsejo que cambies tu punto de compra de cosmética por un centro estético especializado en este tipo de pieles.
- Realizarte tratamientos estéticos específicos. Ayudan a fortalecer la barrera cutánea, calman y devuelven el confort a tu piel evitando que aumenten la sintomatología y la tendencia de cara a las agresiones.
- Protección solar siempre, tanto en verano como en invierno. Si vas a exponerte al sol, opta por las protecciones físicas. Este tipo de protector son menos irritantes y actúan como un escudo el cual desvía los rayos solares.
- Alimentar tu piel desde el interior con nutricosmética premium. En ocasiones no es suficiente y es necesario tratar alguna de las causas como el estrés, el aparato digestivo, el sueño etc.
¿Qué debes evitar si tienes una piel sensible?
- Los cambios bruscos de temperatura. Utilizar agua muy caliente, saunas, baños demasiado largos, pueden provocar irritaciones y otras reacciones en la piel sensible.
- Alimentación y estilo de vida. Evita los tóxicos como tabaco y alcohol. Los alimentos picantes, el estrés, la ansiedad, …Tu piel es el reflejo de cómo estás a nivel interno.
- Cosmética agresiva, jabones, exfoliaciones. Utiliza cosmética adecuada para la piel sensible, evitando los retinoles, perfumes, alcohol…evita frotar la piel, trátala como si fuera la de un bebe.
- Comprar productos sin haberte realizado un diagnóstico profesional de tu piel. Cada piel es única.
- No utilizar una rutina de belleza adecuada que proteja de las agresiones externas: limpiar, hidratar y proteger serían los pasos fundamentales.
DISFRUTAR DE TU PIEL SENSIBLE Y DELICADA ES POSIBLE SI LA DAS LOS CUIDADOS ADECUADOS
Consúltame tu caso, estaré encantada de ayudarte, puedes escribirme a:
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Eva Granda González.
Fisioterapeuta Experta en Estética Avanzada.
Directora de Evolution Clinic