Entre los 30 y los 40 años, este problema afecta al 35 % de las mujeres; y, cumplidos los 45, a más del 60 %. Su origen está en un aumento en la producción de melanina —el pigmento que da color a la piel— que puede estar causado por múltiples factores:

• La exposición solar (sin duda, la causa más cómun de léntigos solares).
• Los cambios hormonales debidos a fluctuaciones propias de etapas como el embarazo, el uso de anticonceptivos o ciertas terapias.
• La inflamación de la piel, o hiperpigmentación postinflamatoria, tras una lesión como el acné, una quemadura, un eczema, etc.
• Los cosméticos y tratamientos de belleza con ingredientes irritantes o fotosensibles.
• El envejecimiento, que trae consigo los lentigos seniles por la acumulación de daño solar a lo largo del tiempo y la menor capacidad de la piel para regenerarse.
• La predisposición genética, el tipo de piel y los antecedentes familiares.
• Y ciertas enfermedades y medicamentos (como los antibióticos).

Si la hiperpigmentación no se trata adecuadamente, se va haciendo cada vez mayor y llega un momento en que —una vez pasada la época estival— las manchas ya no se van. Por eso, hoy te traigo 5 consejos para prevenir y evitar las manchas en tu piel este verano:

1. No expongas tu rostro al sol aunque lleves protección solar. Las manchas, con independencia de su causa, siempre empeoran con el sol. Te recomiendo usar una gorra o un sombrero de ala ancha para mantener tu cara a la sombra.

2. Utiliza un protector solar específico para manchas con tratamiento despigmentante; sino, la protección solar impedirá que empeore el daño en la piel pero no que aparezcan las manchas.

3. Mantén tu piel equilibrada e hidratada. Una piel desequilibrada y con alteraciones como el acné, la rosácea, la hipersensibilidad…siempre es más propensa a la aparición de manchas debido a que su barrera protectora no está en condiciones óptimas. Te recomiendo poner tu piel a punto antes y después del verano con un tratamiento en cabina que hidrate en profundidad y aumente las defensas de tu piel.

4. Utiliza cosméticos prescritos por un profesional para asegurarte de que tu rutina domiciliaria es la ideal para tu piel y que no incluye ingredientes que aumenten tu sensibilidad.

5. Incorpora nutricosmética oral que aporte a tu organismo los nutrientes necesarios para mantener los niveles de hidratación, preparar tu piel para la exposición solar, reparar los daños de los radicales libres, evitar las manchas solares y obtener y prolongar un bronceado seguro, uniforme y duradero.

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Gracias por leerme y ¡cuídate mucho! (recuerda que nadie puede hacerlo tan bien como tú ).

Un abrazo,