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Uno de mis hobbies los fines de semana, cuando llega el otoño, es leer revistas de moda, belleza y bienestar acurrucada en el sofá, con una manta y una infusión calentita. Me relaja un montón. Aunque el otro día no me funcionó.
La culpa la tuvo un artículo sobre Marta Bustos, la influencer española —aficionada a la cosmética natural— que perdió la vista en 2020 al quemarse la cara con sosa cáustica mientras fabricaba jabón artesanal en su casa. Afortunadamente, hoy ha recuperado parte de la vista gracias a una operación. Pero su historia es escalofriante, por lo dura que es… y porque le podría haber pasado a cualquiera.
Una idea llevó a otra y acabé pensando en la cantidad de disparates que podemos llegar a hacernos “en casa” en aras de la belleza. Dietas, champús, ungüentos… hay un montón de “trucos caseros” y “de toda la vida” que nos han acompañado desde siempre pero que pueden perjudicarnos y —sin embargo— los seguimos a pies juntillas sin pensar en las consecuencias.
Durante la adolescencia recuerdo haberme puesto pasta de dientes en algún grano inoportuno, por ejemplo… sin saber que podía haberme quemado la piel y dejado cicatrices. Y, en mi faceta profesional, también tengo mi propio “museo de los horrores”., con casos de todo tipo que me he encontrado (o me han contado) en cabina:
- Exfoliarse la piel con azúcar o café (puede obstruir los poros o provocar heridas).
- Aclararse las manchas de la cara con limón y bicarbonato (puede provocar quemaduras y aún más manchas).
- Eliminar los puntos negros con cinta adhesiva (puede agrandar los poros).
- Fijar el maquillaje con laca del pelo (puede provocar irritación).
- Engrosar las pestañas con vaselina (puede provocar inflamación de párpados)
- Engrosar los labios frotándolos con pimienta de cayena (puede provocar edema).
Aunque parezca mentira, en pleno siglo XXI muchas personas siguen confiando en estas y otras muchas técnicas para intentar resaltar su belleza… sin ser muy conscientes del peligro. Si eres una de ellas, debes saber que aunque los ingredientes de un truco casero sean “naturales”, las mezclas entre ellos pueden resultar una bomba; ya sea por sí mismos, porque tengas algún tipo de alergia, o por el tiempo de exposición (no es lo mismo aplicarte una mascarilla 10 minutos que dejar el producto actuando toda la noche sobre tu rostro).
Para mantener la piel bonita, no es necesario gastarse una gran cantidad de dinero pero sí invertir en cosmética de calidad y tratamientos profesionales para lograr eliminar el problema concreto o retrasar el envejecimiento.
¿Te preguntas qué programa facial sería adecuado para ti o te gustaría saber más sobre el tema de este artículo? Escríbeme a evolutionclinic@evolutionclinic.es, por Instagram a @evolutionclinicleon o por WhatsApp al +34 640 288 374. Estaré encantada de hablar contigo, sin compromiso.
Gracias por leerme y ¡cuídate mucho! (recuerda que nadie puede hacerlo tan bien como tú ).
Un abrazo,
DIRECTORA DE EVOLUTION CLINIC