Allá por el año 2013, estaba muy estresada con mi negocio (y mi vida, en general). Comenzaba a crear mi propia metodología y necesitaba sacar tiempo para estudiar y formar a mi equipo sin dejar de lado el trabajo del día a día… y se lo robé al descanso. Llegó un momento en que estaba agotada, tanto mental como físicamente.

Fue la primera vez que sentí en mi cuerpo la ansiedad con mayúsculas, esa presión en el pecho que parece que se te sale el corazón. Las noches sin dormir, levantarte sintiéndote como si una apisonadora te hubiera pasado por encima… y —como “todo lo que ocurre en el interior se refleja en el exterior”— las ojeras, las bolsas de ojos, las arrugas más marcadas y la piel apagada, además del abdomen inflamado y con sensación de hinchazón continua.

Muy pronto entendería que todo estaba relacionado. Justo por aquellas fechas tenía prevista una reunión en Madrid para conocer una línea de nutricosmética cuyo concepto me encantaba: cómo mejorar el resultado de los programas en cabina tratando el origen del problema desde el interior, mediante una cosmética oral sin efectos secundarios.

¿Sería realmente efectivo? Estaba en el momento perfecto para comprobarlo, así que lo primero que hice fue rellenar la hoja de diagnóstico que me  facilitaron. En ella debía definir mis objetivos: belleza facial, belleza corporal y/o bienestar. Aunque mi prioridad en ese momento era el bienestar, reconocí que la hinchazón abdominal también me agobiaba; notaba mis digestiones pesadas y se me estaba acumulando grasa en la zona. Dentro del concepto de “bienestar” había que elegir entre distintos beneficios y yo opté por tranquilidad y vitalidad. Parece contradictorio, lo sé, pero ¿no te ha pasado nunca que la intranquilidad te resta vitalidad? A mi, sí.

Hoy, sé que puede ser debido a diversas causas, como una glicación, una inflamación silenciosa o una descompensación de los neurotransmisores que provoca insomnio, fatiga o aumento de grasa abdominal (entre otros efectos). Pero entonces ni me paraba a pensar en ello.

De modo que comencé ipso facto con un tratamiento completo de nutricosmética para trabajar mi bienestar y mi sistema digestivo, en concreto el Plan Detox y el Plan Tranquilidad.

A lo largo de ese fin de semana que pasé en Madrid noté un cambio brutal. No me lo podía creer. Me sentía activa, pero a la vez tranquila. Comencé a dormir más profundo y a descansar mejor. No me levantaba cansada, sino con energía y vitalidad. En ese mismo momento, decidí que 180 The Concept se venía conmigo para León.

Han pasado 12 años y continúo tomando su cosmética oral, ¡soy su fan número 1! Y no es para menos. En este tiempo les han otorgado varios premios y los resultados en nuestros clientes de la clínica atestiguan lo merecidos que son. He visto cambios excepcionales en mujeres y hombres que necesitaban lograr un equilibrio, bajar de peso, controlar su apetito o simplemente retrasar el envejecimiento en todas sus formas posibles.

La nutricosmética es el complemento ideal a una buena alimentación y un estilo de vida saludable. El único requisito para lograr resultados duraderos en el tiempo es la constancia. Basta con ingerir las fórmulas correctas y voilá… ¡se hace la magia!

Si te identificas con mi experiencia personal y buscas aumentar tu bienestar (y que se refleje en tu belleza exterior), podemos ayudarte.

¿Te preguntas si la nutricosmética sería adecuada para ti o te gustaría saber más sobre el tema de este artículo? Escríbeme a evolutionclinic@evolutionclinic.es, por Instagram a @evolutionclinicleon o por WhatsApp al +34 640 288 374. Estaré encantada de hablar contigo, sin compromiso.

Gracias por leerme y ¡cuídate mucho! (recuerda que nadie puede hacerlo tan bien como tú 😉).

Un abrazo,