Antes de que naciera Darío, siempre que me imaginaba cómo seríamos mi marido y yo como padres nos veía como un equipo perfecto: él cambiaba pañales mientras yo preparaba biberones, y pasábamos las noches sin dormir como si nada.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, claro. Nuestros días se han llenado de “pequeños-grandes” desafíos: aprender a interpretar el llanto del bebé, adaptarnos a las nuevas rutinas, encontrar tiempo para nosotros mismos y, ¿cómo no?, redescubrirnos como pareja.
La incertidumbre de no saber si lo estamos haciendo bien nos supera un poco de vez en cuando, pero —en cada obstáculo— mi marido me demuestra su capacidad de aprendizaje y sus ganas de crecer junto a mí.
Así que en su primer Día del Padre no voy a regalarle un simple detalle comprado a última hora. Quiero celebrar su esfuerzo, amor y entrega con lo que creo que más necesita ahora mismo: ¡un respiro! Un “día libre”, enterito para él solo… para olvidarse del mundo. Porque para poder cuidar del bebé y de mí, primero debe poder cuidar más de sí mismo.
Y ahora que ya le he destripado el regalo, aprovecho desde aquí para decirle —una vez más, y públicamente— lo afortunada que me siento de tenerlo como compañero en esta aventura llamada familia.
Si tú aún no sabes cómo mimar a tu padre (o al papá de tu peque) en su día, en Evolution Clinic te ofrecemos un montón de opciones con las que podrá cuidarse, ponerse guapo, recargar energías y —lo más importante— sentirse valorado:
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- Masaje californiano
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- Bono Belleza Corporal
- Tarjeta Regalo
Sorpréndelo con una experiencia que refleje lo mucho que significa para ti… a veces, lo único que necesitan nuestros héroes es que les recordemos cuánto los admiramos.
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Gracias por leerme y ¡cuídate mucho! (recuerda que nadie puede hacerlo tan bien como tú 
).
Un abrazo,
DIRECTORA DE EVOLUTION CLINIC
