Conseguir el cuerpo que deseas requiere esfuerzo y dedicación, sea cual sea tu objetivo, si de verdad quieres ver una transformación real en ti. Lo primero es marcarte una meta clara, por ejemplo mejorar la celulitis, bajar de peso o llevar un estilo de vida más saludable. Lo siguiente, hacer una lista con todos aquellos hábitos que te impiden alcanzar esa meta y otra lista con los nuevos hábitos que van a ayudarte a lograr esa meta. Y, a partir de aquí, ¡es fácil!: solo tienes que ponerte en forma y perder grasa, pero no músculo.

A menudo, en la consulta, me encuentro con personas que desean bajar de peso pero no le dan importancia a realizar ejercicio porque creen que es suficiente con caminar o mantenerse activo durante el día; sin embargo, la realidad es que —de esta manera— se consigue bajar de peso pero no eliminar grasa y el problema de flacidez, de celulitis o de zonas de adiposidad localizada sigue ahí.

Perder peso significa bajar el peso corporal total, que incluye grasa, líquidos o músculo, y se consigue restringiendo la ingesta de calorías y realizando ejercicio. Cuando queremos “reducir talla” —disminuir la grasa localizada en cintura, cadera o muslos— realizar una dieta flash, milagrosa o exprés es una malísima idea porque nuestro cuerpo solo puede perder entre 300 y 500 gramos de grasa a la semana… el resto del peso eliminado será músculo y agua.

¿Y qué pasa si perdemos músculo? Te lo explicaré con la misma metáfora que emplearon para explicármelo a mí en la universidad, cuando estudiaba Fisioterapia: si tu cuerpo fuera un coche, tu músculo sería el motor; perder músculo significa perder combustión, y sin combustión todo deja de funcionar… incluida la pérdida de grasa ya que la musculatura actúa como un “comegrasa”.

Por tanto, para lograr el cuerpo tonificado y sin grasa que deseas:

• Haz ejercicios de fuerza con peso, trabajando duro e incrementando progresivamente la intensidad. Si practicas running, yoga o pilates es fantástico… pero no suficiente. Y si eres mujer y te preocupa verte muy musculada, créeme, es muy difícil que ocurra (sobre todo si tienes más de 30 años y nunca has hecho pesas); tampoco pienses que vas a engordar al aumentar tu musculatura, porque un kilo de músculo tiene menos volumen que uno de grasa.
• No te compares con nadie. La base de la infelicidad está en compararnos con los demás. Cada persona tiene una genética determinada y unos hábitos de vida y alimenticios diferentes. Supérate cada día poniéndote pequeños retos y celebrando tus logros.
• Ten paciencia, disfruta del proceso de cambio. Los resultados no son inmediatos… ¡pero siempre llegan! Y si quieres acelerar el proceso, o necesitas un empujón extra, aquí estamos para ayudarte con nuestro nuevo programa Modelado Sublime Concept que combina envolturas de algas térmicas con aceites esenciales, maderoterapia, ultrasonidos focalizados y técnica LPG® Endermologie.

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Gracias por leerme y ¡cuídate mucho! (recuerda que nadie puede hacerlo tan bien como tú ).

Un abrazo,